- Limpia las anchas quitándole la cabeza y las entrañas.
- Lávalas varias veces con abundante agua frÃa, limpiando bien la abertura central y las escamas.
- Delas escurrir en un colador y pon a calentar bastante aceite en una freidora o en una sartén profunda.
- Mientras tanto, sazónalas con sal y rebózalas con harina en grupitos de 3, si son grandes, y de 5 si son pequeñas, procurando que queden unidas por la cola.
- Cuando el aceite empiece a humear, frÃelas brevemente para que queden doradas por fuera y jugosas por dentro.
- SÃrvelas con cuartos de limón.
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