- En una cazuela de barro con un poco de aceite y una pizca de ajo, se dora las verduras picadas en brounoise fina, los daditos de tomate y los sombreros de hongos.
- Los troncos de los hongos se reservan para hacer un caldo con el que se mojará el arroz.
- Una vez rehogado todo, se echa el arroz y se remueve constantemente con 1 cuchara de madera.
- Se vierte el agua poco a poco.
- El arroz se va ligando con la fécula y se cuece despacio.
- Hay que procurar dar con el punto de arroz de modo que quede cocido pero al dente.
- Logrado esto, se retira la cazuela del fuego y se corta un momento la cocción añadiendo un chorrito de vino blanco, y sin parar de remover, se añade también 1 o 2 cucharadas de aceite de oliva virgen y 1 o 2 cucharadas de nata.
- Se moja el arroz con la salsa hecha con los rabos de los hongos y se espolvorea queso rallado por la superficie del arroz.
- Se deja tapado durante 2 minutos.
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