- Los pastores de la Sierra pelan los rabos, los trocean y los frÃen con manteca después de sazonarlos con sal.
- La falda se trocea, se sazona y se dora en la manteca derretida en una sartén amplia y honda de 2 asas.
- Pela y corta en cascos finos o picar la cebolla y freÃrla encima, a fuego suave lentamente para que no se arrebate.
- Cuando cambie de color y esté tierna, añadir el pimentón y, sin que se queme, rehogarlo sobre el fuego.
- Tener el agua hirviendo y añadirla a la sopa.
- Dejar cocer a fuego suave hasta que la carne de cordero esté tierna y haya soltado toda la sustancia.
- Debe de hervir cerca de 1 hora.
- Añadir entonces rebanadas de pan fino tostadas a la brasa y cocer unos minutos.
- Era costumbre de sacar los rabos de cordero y ponerlos sobre una lastras o piedras finas en forma de planchas para asarlos añadiendo bastante sal, pero se pueden dejar también dentro de la sopa.
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