- Pela y lava las patatas, córtalas en dados regulares y resérvalas.
- Quita la piel a los tomates y trocéalos o rállalos.
- Pica finamente la cebolla previamente pelada o rállala.
- Acerca una cazuela al fuego con la manteca, rehoga con ella la cebolla y los tomates y deja hacer suavemente ¼ hora.
- Agrega el pimentón y el vino blanco.
- Incorpora las patatas, la hierba buena y los guisantes.
- Sazonar con sal, agita un poco y vierte ½ litro de agua.
- Tapa la cazuela y deja cocer.
- Cuando empiece el hervor reduce el fuego y deja que continúe la cocción a fuego suave hasta que las patatas y los guisantes estén tiernos.
- Remueve el guiso de vez en cuando con cuchara de madera delicadamente.
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